Néstor se crió con padres buenos que lo querían. Pero su papá no podía comunicar cariño aparte de proveer el sustento de la familia. Nunca le dio a Néstor un abrazo. Nunca le dijo que lo quería y que estaba orgulloso de él. La mamá de Néstor era dominante, controladora y posesiva. Siendo el mayor de tres hijos, el muchacho se desvivía por ganarse la aceptación, el amor y la aprobación de sus padres. Néstor tenia un temor secreto: que alguien descubriera que de noche orinaba la cama. Hasta los quince años nunca pasó una noche en casa de un amigo, lo que incidió sobre su sentido de soledad e inferioridad. Se sentía malquerido, incompetente y totalmente inútil.

Sus años universitarios se caracterizaron por una grave soledad y tiempos de mucha depresión. A veces caía en una depresión casi suicida. No tenía amigos íntimos. Tenía miedo de que alguien supiera lo pequeño y cobarde que se sentía por dentro. Estaba seguro de que nadie  podría tenerle afecto, porque no podia tenerse afecto a sí mismo…