Acerca de Dios padre

23/02/2024

SUSTENTO SAGRADO

El Señor Jesucristo, en perfecta concordancia, reveló que la oración correcta es aquella que se hace a Dios, considerándolo como Altísimo y Santísimo Padre, y como Soberano e inequívoco Rey: “Padre nuestro que está en los cielos; santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu Reino, y hágase tu voluntad así en la tierra como en los cielos”(Mateo 6:9, 10). Porque Jehová Dios, el Soberano, es el Padre perfecto, engendrador y Creador de todo cuanto existe, y el único que puede proveer todo cuanto se necesita, ya que está en lo más alto que se pueda considerar (“en los cielos”); por ello, todo lo sabe, tiene y puede, poseyendo por tanto un nombre o naturaleza y dignidad santísima (“santificado sea tu nombre”). Pero también Jehová Dios es Rey perfecto, que legisla de manera inequívoca en Su reino, por lo cual es necesario y vital obedecerle con absoluta humillación y sin dilación, haciendo siempre Su única y perfecta voluntad (“hágase tu voluntad”). Por ello, Jesús mismo se sujetó a Su absoluta Soberanía, aún en contra de Su propia vida en la tierra: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Mateo 26:39). Por todo ello, advirtió: “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos”  (Mateo 23:9).