El pensamiento de Dios
Lectura semanal
«Así que la fe es por el oír, y el oir, por la palabra de Dios». Romanos 10:17
Acerca de Dios padre
12/07/2024
la soberanía delegada
Sustento sagrado
En toda la tierra y sociedad humana, Dios estableció por siempre el principio fundamental del sometimiento de los unos a los otros, como base de Su perfecta voluntad y de su necesaria bendición: “Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21). Porque primero somos hijos, pero luego somos padres; hoy somos alumnos, pero luego somos maestros; hoy somos empleados, pero luego somos j ef es; hoy somos discípulos, pero luego somos siervos del Dios Altísimo. Es más, generalmente, somos varias cosas a la vez. Así pues, para Dios no hay personas superiores ni inferiores; pero deben convivir perfectamente ordenados en diversos sistemas de jerarquías aceptadas, porque es bajo este principio esencial, que se puede vivir bajo la luz de la perfecta voluntad del Dios Soberano.
A renglón seguido, en Efesios 5:22-25 continúa diciendo: 1. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. Así, pues, el Creador no estableció la familia humana como un monstruo de dos cabezas equiparadas, y menos de tres, con hijos rebeldes e independientes. Sino que, igual que el orden que hay en el Dios trino, la familia humana fue configurada conforme a esa misma imagen divina de familia ordenada, para que, y por tanto, la reflejara fielmente en la tierra, con una cabeza definida, con una ayuda idónea identificada, y con un resultado de su mutuo amor, que son los hijos, en plena sujeción y respeto.
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