El pensamiento de Dios

Lectura semanal

«Así que la fe es por el oír, y el oir, por la palabra de Dios». Romanos 10:17

Acerca del Espíritu Santo

25/07/2025

SU PRESENTACIÓN ADMIRABLE

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador”. La presencia y plenitud del Espíritu Santo en una persona se experimenta por el cumplimiento de los siguientes tres pasos de fe, que se deben dar al mismo tiempo: La aceptación del señorío y la salvación de Cristo Jesús (“Si me amáis”), la obediencia a su voluntad expresada en Su Palabra, y la decisión misericordiosa del Padre de darnos la presencia y la plenitud del gran Consolador. 

Las experiencias que aparecen relatadas en el libro de Hechos en cuanto a la llenura del Espíritu Santo, por la imposición de manos, no sientan bases doctrinales acerca del Espíritu Santo, puesto que son únicas y testimoniales de la primaria e inequívoca verdad de que el Espíritu Santo sí llegó a la tierra a cada uno de los tres grupos humanos que existen para Dios, desde el punto de vista de Su salvación: Los judíos, los judíos confundidos entre los gentiles (samaritanos), y los gentiles. Recordemos que el libro de los Hechos en la Biblia contiene relatos testimoniales reales, pero que no trazan doctrina o verdad fundamental de la fe cristiana. Estas doctrinas y verdades fundamentales están en los evangelios y en las cartas y epístolas del apóstol Pablo y del apóstol Pedro; y allí, no aparecen estas prácticas como experimentadas o exigidas. Mas bien, Jesús sí dijo en el Evangelio: “Si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?» (Lucas 11:13). Según Jesús, pues, el ministrador directo del Espíritu Santo es el Padre. Sin mediación humana de cualquier tipo.      

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