El pensamiento de Dios
Lectura semanal
«Así que la fe es por el oír, y el oir, por la palabra de Dios». Romanos 10:17
Acerca del Espíritu Santo
09/08/2025
SU PRESENTACIÓN ADMIRABLE
“Para que esté con vosotros para siempre”. En cuanto el Espíritu Santo llega a la vida de un creyente, lo cual sucede cuando acepta el evangelio y recibe a Jesús por fe como su único Salvador y su único Señor, nunca más se vuelve a ir; es “para siempre”, queda sellado, dice el Señor (Efesios 1:13,14; 1 Corintios 3:16). Pero debemos tener muy presente, que la única razón por la cual el Espíritu Santo se puede ir de un creyente, y por tanto se sufre la pérdida de la salvación, es cuando este deja de creer en el señorío y la salvación en Jesucristo, adoptando inclusive otras invocaciones o fuentes de fe; que es lo que se llama en teología, “Apostasía”; (Léase Hebreos 10:26-39). Porque cualquier otro pecado le será remitido al creyente, en cuanto se arrepienta, lo confiese y se aparte (1 Juan 1:9; Proverbios 28:13). Aunque el Señor se reserva el derecho de disciplinar o de permitir las duras consecuencias de un pecado (Hebreos 12:5-8; Proverbios 3:11, 12). Memoriza, y tenga siempre presente, 1 Juan 2:20, 27.
“El Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce”. Solo los creyentes cristianos tenemos al Espíritu Santo; primero, porque la única verdad que existe es Jesucristo mismo, y el creyente cristiano ha aceptado a Jesucristo en su corazón como su máxima y única verdad; es decir, como su único Salvador, Señor y Dios (Juan 14:6; 15:26b); y segundo, porque el mundo, con todas sus diversas y falsas creencias, pertenece al sistema idolátrico y herético del oscuro adversario. Contando además, con la gloriosa verdad de que solo los creyentes cristianos somos “hijos de Dios”; porque desde la caída adánica todo ser humano perdió esa condición, adoptando la nueva condición de simples “creaturas de Dios” (Juan 1:12, 13).
¿En busca de un recordatorio diario?