El diseño de Dios  

09/10/2025

2. EL ÚNICO FUNDAMENTO

Es decir, ni tú ni tu familia le deberán dar más importancia y dedicación a nadie ni a ninguna otra cosa, que a mí, dice el Señor; así que, en plena concordancia, me adorarás, me servirás y me obedecerás con absoluto cuidado. Porque si eso no sucediere, me alejarás de ti y de tu relación conyugal, y necesariamente fracasarán. En concordancia, el Señor ordena: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3); teniendo en cuenta que el término “Dios”, hace referencia a lo más importante, a lo que determina todo, y para lo cual se vive.

Así pues, si los dos integrantes de una pareja desean permanecer juntos, manteniéndose exitosos y felices de verdad, no tendrán nada más importante que Yo, dice el Señor; porque Yo soy quien los creé y los uní. Pero, diría también el Señor: Tienen total libertad para adorarme o para no hacerlo. En cualquier caso, serán ustedes los únicos responsables, y los únicos que tendrán que comer de los frutos de la decisión que tomen, dice implícitamente el Señor. Por ello, reafirma: “Ahora pues, teme a Jehová tu Dios, ande en todos sus caminos, sírvele con todo tu corazón y con toda tu alma, y guarda sus mandamientos y estatutos que él te prescribe, para que tengas segura prosperidad” (Deuteronomio 10:12,13).

En esa misma dirección el apóstol Pablo en 2 Corintios 6:14-17 hace esta demanda contundente al verdadero creyente: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor. Y no toquéis lo inmundo; y Yo os recibiré”.