El pensamiento de Dios
Lectura semanal
«Así que la fe es por el oír, y el oir, por la palabra de Dios». Romanos 10:17
Acerca del Espiritu Santo
09/05/2025
Su naturaleza
Sustento sagrado
Al Espíritu Santo, como una persona que es, se le puede mentir: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?» (Hechos 5:3). Además, el Espíritu Santo puede prohibir: “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia” (Hechos 16:6).
El Espíritu Santo actúa en perfecta comunión con el Hijo y con el Padre: “Y Jesús, después que fue bautizado, salió del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:16, 17). En el bautizo de Jesús, entonces, el Espíritu Santo provee el testimonio visible, mientras que el Padre provee el testimonio audible (la palabra de autoridad). Los Tres, en absoluta e inequívoca concordancia.
El Espíritu Santo tiene autoridad divina: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mateo 4:1). El Espíritu Santo se muestra en plena unidad con Jesús, con definida personalidad y con determinante autoridad.
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