Acerca del Espíritu Santo

23/08/2025

SU ESTRATEGIA

En la segunda parte del discurso final “Del aposento alto”, el Señor Jesucristo relacionó la estrategia infalible del Espíritu Santo: 1. Convenciendo y convirtiendo a cada habitante humilde de la tierra, en militante del reino de Dios, por medio de la fe personal en Cristo Jesús; 2. Sellando al nuevo creyente, para guiarlo a través de la Palabra, en una nueva y santificada vida; y, 3. Involucrando a los sellados en la familia y pueblo de Dios, que es la iglesia del Señor Jesucristo.

Sustento sagrado:

 En Juan 16:8-14, en la parte final del discurso de despedida en el aposento alto, Jesús relaciona en tres pasos sencillos la estrategia de acción del Espíritu Santo, así:

1. Convencer a los no creyentes del mundo para que  encuentren la salvación en Cristo Jesús (Juan 16:8); 2. Guiar día a día al creyente verdaderamente convencido y convertido, a toda la verdad de Cristo, que está en Su santa Palabra (Juan 16:13; 2 Pedro 1:21); y 3. Hacer resplandecer la gloria de Jesús, haciéndola claramente visible, obviamente en la congregación de los creyentes cristianos, que es su iglesia (Juan 16:14). En resumen: Convertir al no creyente a Cristo, Guiar al creyente en su vida de santificación, y Glorificar o hacer resplandecer a Cristo en medio de la iglesia.

5.6.2 Lo anterior nos lleva a su vez a descubrir los tres campos de acción del Espíritu Santo: En Juan 16:8-11, Jesús nos enseña que el divino Consolador: 1. Convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto entenderán por el Espíritu Santo que sin Jesús están condenados; De justicia, por cuanto comprenderán por el Espíritu Santo que Jesús es el único mediador justo que ha existido y que pueda existir, por lo cual está con el eterno Padre; Y de juicio, por cuanto entenderán por el Espíritu Santo, que por la fe en Cristo ya son libres del poder condenador del maligno (1 Juan 3:18b; Mateo 11:28). “¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? Ciertamente solo por el oír con fe” (Gálatas 3:2, 3, 14).