Acerca de Dios padre

05/07/2024

la soberanía delegada

Sustento sagrado

De hecho, la estructura de los diez mandamientos nos enseña que la bendición de los seres humanos sobre la tierra, está condicionada por la sujeción primeramente a Dios, y luego a los padres terrenales, traducida en honra, es decir en respeto, acato y apoyo. Así pues, los hijos más sujetos a sus padres, son los más prósperos; y los hijos rebeldes frente a el los, son los más empobrecidos. Éxodo 20:12 dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”. Sujeción, es una actitud; obediencia, es un acto. Honra, es la práctica de las dos frente a ellos. Obviamente, obediencia, en tanto se esté bajo su techo; porque cuando un hijo, especialmente varón, se casa, debe salir de la cobertura de sus padres; Aunque todavía debe respetarlos y apoyarlos económicamente, si fuere el caso. Léase en detalle, Marcos 7:10-13.

Se debe tener siempre presente que el término “mansedumbre” de que habla Jesús, tiene la misma raíz griega de “yugo”; aquello que se le coloca sobre la cabeza a los bueyes para someterlos y guiarlos por donde el labrador quiere. Evidentemente, así se mostró Jesús frente al asesino y malvado Pilato, frente a Caifás, y frente a Herodes; Se les sujetó con absoluto respeto, porque estos representaban la autoridad de Dios Padre en la tierra en ese momento (Juan 19:10, 11). Fue esta sujeción absoluta de Jesús a la autoridad delegada en la tierra, aunque esta parecía por demás injusta y absurda, lo que nos trajo la salvación de la rebelión infernal y diabólica que habíamos heredado de Adán y Eva, los cuales habían seguido el mismo camino de rebelión de Satanás. Por ello, se puede afirmar sin temor al equívoco, que el cristianismo es también, entre otras cosas, la escuela (“Aprended”) de la humildad y la sujeción absoluta a las autoridades establecidas (Mateo 11:29). Obviamente esta verdad requiere revelación y misericordia divinas para poder ser aceptada y practicada.